Me encantan mis Quinceañeras. Son tan personales que cada de ellas es única e irrepetible. Podría contar muchas anécdotas sobre cada una de ellas y lo bien que lo pasamos juntos haciendo las sesiones de fotos: desde los preparativos previos que se dan varios meses o semanas antes, hasta el día de la sesión donde elegimos el vestuario, llega el momento del maquillaje y charlamos y hacemos bromas.
Lara llegó desde Santiago del Estero a la ciudad que más ama en el mundo: Córdoba. No le interesa ni Nueva York, ni Paris, ella ama Córdoba y si por ella fuera ya se mudaría a la ciudad pero va a tener que esperar unos años más hasta que llegue el momento de la Universidad.
Pero mientras tanto, hicimos sus fotos recorriendo algunos espacios y lo pasamos increíble junto a parte de su familia y amigas y éstas son algunas de las fotos.